Las renovaciones son una oportunidad para cambiar tu casa, sumarle valor para una venta o alquiler o simplemente para vivir por fin en el lugar que siempre has soñado. Suena como una gran oportunidad, ¿verdad?
Pocas cosas pueden dar a tu casa una nueva vida como lo hará una renovación. Pero este tipo de proyecto doméstico resulta difícil de gestionar. Hay tantos pequeños detalles a tener en cuenta e imprevistos que acechan en cada esquina…
¿Estás pensando en reformar tu casa pero no sabes por dónde empezar? Aquí tienes algunos consejos útiles sobre cómo renovar su casa sin morir en el intento.
Todo empieza con un buen plan. Antes de empezar cualquier reforma, debes tener una idea clara de lo que quieres conseguir. Dedica algo de tiempo a pensar en lo que quieres obtener de la reforma: ¿deseas una cocina más grande, para facilitar la tarea de cocinar, o tal vez un solárium para ampliar tu espacio vital?
Prioriza tus necesidades e intenta tener la idea en tu cabeza de la forma más clara posible. En todo caso, el contratista puede ayudarte y guiarte a partir de tus ideas iniciales.
Es la única manera de estar seguro de que la reforma se realiza conforme a las normas y con los permisos adecuados.
Con tantos contratistas disponibles, puede ser difícil decidir a cuál contratar. Si es la primera vez que recurres a un contratista, puedes pedir que te muestre algunas muestras de su trabajo.
También debes asegurarte de que el contratista está asegurado y tiene licencia, y de que tiene la experiencia necesaria para el trabajo que vas a contratar.
Uno de los mayores errores que cometen los propietarios al renovar su casa es no planificar cuidadosamente el presupuesto que necesitan.
A la hora de contratar a un contratista, asegúrate de que conoce bien el presupuesto y las expectativas. Asegúrate también de que conoce bien lo que su presupuesto cubrirá en cuanto a materiales, mano de obra y otros costes asociados.
En todo caso, es recomendable contar con un cierto margen, sobre todo en contextos de incertidumbre donde los precios de los materiales pueden cambiar más rápidamente.
Aunque tengas una larga lista de cosas que hay que cambiar, renovar tu casa no es una tarea de todo o nada. Puede abordar uno o dos proyectos grandes a la vez y dejar el resto para otro momento.
Si intentas hacer demasiadas cosas a la vez, corres el riesgo de gastar más de la cuenta y causar estrés a tu familia, y a ti mismo. Planificar las renovaciones y priorizar lo que se quiere hacer primero te ayudará a evitarlo.
Las reformas pueden ser caras y hay mucha presión para invertir dinero en cosas como nuevos electrodomésticos, suelos y armarios, que son las cosas más aparentes.
Sin embargo, a veces se olvidan aspectos básicos, como el aislamiento. Aunque no es tan glamuroso como unos nuevos armarios, el aislamiento te ayuda a ahorrar dinero en tus facturas de calefacción y refrigeración, lo que es fundamental en una época de aumento de los costes de los suministros.
También es importante recordar que las reformas son una inversión a largo plazo. Si quieres que las renovaciones duren el mayor tiempo posible, asegúrate de que se hagan correctamente, desde los cimientos.
Las renovaciones son la mejor manera de actualizar tu casa y hacerla más cómoda. Pero también conllevan muchos retos y errores que pueden acabar costando tiempo y dinero. Si sabes lo que quieres de tu reforma y planificas cuidadosamente el presupuesto, podrás evitar muchos de estos errores comunes.